El otro día leí que el amo es como la alquimia, tiene que existir un intercambio equivalente.
Ahora que vuelvo a pensarlo me doy cuenta de que, efectivamente, tiene que existir ese intercambio porque en caso contrario la alquimia no resulta. Y no solo no resulta, sino que se lleva algo a cambio. Te arranca una parte de ti, una parte que no eliges entregar, y ese vacío se mantiene contigo un rato largo, largo largo. Me gustaría saber hasta cuándo. Lo bueno es que vuelve.
Se aplica todo lo aprendido en FMA.