A veces me siento fuera de plano / del mundo.
Como en otra dimensión o como en un punto ciego.
Así como que no pertenezco.
Aunque sé que, en parte, es porque no quiero.
No me hallo a veces entre tanto ego,
entre el mío propio.
Ego de ísmo y de latría.
Siento nuestros vacíos de gente desorientada.
Como caminando en la niebla,
contenida.
Siguiendo a paso firme porque sino te choca todo de golpe,
y la vida es como que muy corta para andar dudando tanto.
Por larga que se sienta.
El tiempo tiene ese poder ilusorio de pasar a toda prisa si no estás atenta
y de no pasar cuando te le quedas viendo.
Y de la manera que sea
en realidad solo pasa,
se va,
avanza irremediablemente
por más que intentemos detenerlo / o no / porque no le interesa.
Ahora simpre será hace un rato.
Solo hay que saber coleccionar esos momentos
y no esperar nada
no amarrarnos a nada.
Aprender del viento,
cerrar los ojos
Respirar,
soltar
y de nuevo.