viernes, 11 de septiembre de 2015

Lluvia.

El sonido de la lluvia golpeando todo me transporta de vuelta al viaje, en donde lo único que importa es refugiarse, dejar que aquellas gotas acunen nuestros pasos y vigilen nuestros sueños. Cuando el tiempo se detiene indefinidamente todo duerme y llora al mismo tiempo. Y el corazón deja de latir hasta que el sol sale de su encierro. Y los segundos se descongelan para que todo vuelva a ser real de nuevo.