Después de varios intentos caí en cuenta de que es verdad que estando con todos no se está con nadie en realidad. No por querer estar contigo en particular, solo que no sé si me gustó mucho esto de andar besuqueando al amor a destajo, o mas bien, al primer indicio de complicidad con alguien. Porque amor libre no significa libertinaje. Un corazón monógamo también merece esa libertad; la libertad de la confianza junto con la muerte de los celos. Libertad de elegir el querernos cada día, de elegirnos como compañeros cada vez que nos tomamos de la mano o que sonreímos por tenernos al lado, por acompañarnos. Porque un compañero que no acompaña no es más que un extraño, ni siquiera es un amigo. Alimentar el alma y dejar que mueran de inanición los egos. Dure lo que dure. Pase lo que tenga que pasar. Aunque sea un día, aunque ni siquiera sepamos nuestros nombres. No exijo lo mismo de ti mas espero siempre sinceridad.