sábado, 17 de marzo de 2012

Cementerio de ilusiones


Caminando al despertar me crucé con mi salida. Llena de tantos futuros que te llaman y te miran y respiran en tu cara para que sepas que están vivos/que estás viva. Luciérnagas de sol que sin querer manchan la oscuridad en que nos encontramos ahora, manchas que nos llevan más allá de lo vivido, de lo pensado, de lo sentido. Vamos caminando hacía un vacío sin Norte ni límite definido. Nadie sabe lo que le depara la vida, pero nada puede ser tan malo si llenamos/colmamos de empatía lo recorrido. Hoy el camino se vislumbra más claro que otros días. Hoy no se titubea, porque no hay llanto ni injusticia que aguante tantas dudas; se avanza o se queda. Somos mucho más que mil sueños volando. Al juntarnos, cada pétalo deja de serlo para convertirse al fin en un ramo.

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No sabes como se siente no saber nada de la vida. Secarse boca abajo en los misterios de esas sombras que me observan y se ríen mientras hablan palabras en secreto que nadie más entiende. Son como pequeños granitos de tiempo que corren a más no poder, caminan tan rápido que casi vuelan. Y están esos que no hacen nada más que arrastrarse, que casi se elevan pero algo pasa que no lo logran. Son tantos los colores que te llaman al camino correcto pero que jamás veremos mientras sigamos con los ojos vendados, burbujeando la vida sin remordimiento. Quisiera no estar sola en estos tiempos. Quisiera tener la garantía de una mano estirada cuando yo ya no pueda. Pero todo es como esos cheques que caducan sin importar la cifra. Volvamos a caminar sin zapatos, cargando esa mochila que desde siempre hemos llevado. Existen tantas palabras para describirlo todo menos lo que importa en serio. Y sigo esperando a que alguien esté ahí para cuando me lleve la corriente sin advertimiento. Ellos, que creen que la vida es un sueño y que nada se puede hacer mientras estemos despiertos. Esta misma vida de locos que valora más aquellas cosas que no existen, y repito lo mismo mil veces para no dormirme en el intento. Porque soy una más, porque no entiendo todavía para qué estamos acá.